Pecado carnal.
El virus se expande.
La curiosidad mató al gato y no temo a la muerte. Curioso mundo el del arte, una vez dentro atrapado quedas. Tú eliges, entras o no. En su interior me hallo, algo perdido, pero feliz.
La jaula queda inaugurada. Es una jaula vieja, rescatada del anonimato, hecha de la materia del pensamiento. Quizá necesita una nueva capa de pintura dorada, unas reformas en su estructura de metal, pero no importa. Las aves que la habitan no la ven, aunque la tocan a diario, aunque les impide desplegar las alas. Es en realidad sólo un reflejo de la verdadera jaula, en los ojos de un pájaro cansado.